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quarta-feira, 31 de julho de 2024

MARTÍRIO

Estou desejosa de que chegue Novembro, os dias de chuva, a geada, tudo que não seja este Verão interminável.

Frederico García Lorca. A Casa de Bernarda Alba. Publicações Europa-América, Lisboa, p. 83

quinta-feira, 15 de abril de 2021

Quando as coisas chegam ao fundo, não há quem as arranque!

 «Calar e consumir-se, é o maior castigo a que nos podemos condenar. De que me serviu a mim o orgulho, e o não te olhar, e o deixar-te acordada noites e noites? De nada! Serviu para abrasar-me. Porque tu acreditas que o tempo cura e as paredes tapam, e não é verdade, não é verdade! Quando as coisas chegam ao fundo, não há quem as arranque!»

 
Frederico Garcia Lorca

quinta-feira, 4 de fevereiro de 2021

 Cancion otoñal

Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas,
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla.
La luz me troncha las alas
y el dolor de mi tristeza
va mojando los recuerdos
en la fuente de la idea.

Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
que ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris.
También sobre el alma nieva.
La nieve del alma tiene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.

La nieve cae de las rosas,
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.

¿Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos lleva?
¿O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?
¿Será la paz con nosotros
como Cristo nos enseña?
¿O nunca será posible
la solución del problema?

¿Y si el amor nos engaña?
¿Quién la vida nos alienta
si el crepúsculo nos hunde
en la verdadera ciencia
del Bien que quizá no exista,
y del Mal que late cerca?

¿Si la esperanza se apaga
y la Babel se comienza,
qué antorcha iluminará
los caminos en la Tierra?

¿Si el azul es un ensueño,
qué será de la inocencia?
¿Qué será del corazón
si el Amor no tiene flechas?

¿Y si la muerte es la muerte,
qué será de los poetas
y de las cosas dormidas
que ya nadie las recuerda?
¡Oh sol de las esperanzas!
¡Agua clara! ¡Luna nueva!
¡Corazones de los niños!
¡Almas rudas de las piedras!
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
y todas las rosas son
tan blancas como mi pena.


– García Lorca, “Antologia poética”.

 Elegía a Doña Juana la Loca

    A Melchor Fernández Almagro

Princesa enamorada sin ser correspondida.
Clavel rojo en un valle profundo y desolado.
La tumba que te guarda rezuma tu tristeza
a través de los ojos que ha abierto sobre el mármol.

Eras una paloma con alma gigantesca
cuyo nido fue sangre del suelo castellano,
derramaste tu fuego sobre un cáliz de nieve
y al querer alentarlo tus alas se troncharon.

Soñabas que tu amor fuera como el infante
que te sigue sumiso recogiendo tu manto.
Y en vez de flores, versos y collares de perlas,
te dio la Muerte rosas marchitas en un ramo.

Tenías en el pecho la formidable aurora
de Isabel de Segura. Melibea. Tu canto,
como alondra que mira quebrarse el horizonte,
se torna de repente monótono y amargo.

Y tu grito estremece los cimientos de Burgos.
Y oprime la salmodia del coro cartujano.
Y choca con los ecos de las lentas campanas
perdiéndose en la sombra tembloroso y rasgado.

Tenías la pasión que da el cielo de España.
La pasión del puñal, de la ojera y el llanto.
¡Oh princesa divina de crepúsculo rojo,
con la rueca de hierro y de acero lo hilado!

Nunca tuviste el nido, ni el madrigal doliente,
ni el laúd juglaresco que solloza lejano.
Tu juglar fue un mancebo con escamas de plata
y un eco de trompeta su acento enamorado.

Y, sin embargo, estabas para el amor formada,
hecha para el suspiro, el mimo y el desmayo,
para llorar tristeza sobre el pecho querido
deshojando una rosa de olor entre los labios.

Para mirar la luna bordada sobre el río
y sentir la nostalgia que en sí lleva el rebaño
y mirar los eternos jardines de la sombra,
¡oh princesa morena que duermes bajo el mármol!

¿Tienes los ojos negros abiertos a la luz?
O se enredan serpientes a tus senos exhaustos…
¿Dónde fueron tus besos lanzados a los vientos?
¿Dónde fue la tristeza de tu amor desgraciado?

En el cofre de plomo, dentro de tu esqueleto,
tendrás el corazón partido en mil pedazos.
Y Granada te guarda como santa reliquia,
¡oh princesa morena que duermes bajo el mármol!

Eloisa y Julieta fueron dos margaritas,
pero tú fuiste un rojo clavel ensangrentado
que vino de la tierra dorada de Castilla
a dormir entre nieve y ciprerales castos.

Granada era tu lecho de muerte, Doña Juana,
los cipreses, tus cirios; la sierra, tu retablo.
Un retablo de nieve que mitigue tus ansias,
¡con el agua que pasa junto a ti! ¡La del Dauro!

Granada era tu lecho de muerte, Doña Juana,
la de las torres viejas y del jardín callado,
la de la yedra muerta sobre los muros rojos,
la de la niebla azul y el arrayán romántico.

Princesa enamorada y mal correspondida.
Clavel rojo en un valle profundo y desolado.
La tumba que te guarda rezuma tu tristeza

a través de los ojos que ha abierto sobre el mármol.
– García Lorca, “Antologia poética”

 Se ha quebrado el sol

Se ha quebrado el sol
entre nubes de cobre.
De los montes azules llega un aire suave.

En el prado del cielo,
entre flores de estrellas,
va la luna en creciente
como un garfio de oro.

Por el campo (que espera los tropeles de almas),
voy cargado de pena,
Por el camino solo;
Pero el corazón mío
un raro sueño canta
de una pasión oculta
a distancia sin fondo.

Ecos de manos blancas
sobre mi frente fría
¡pasión que maduróse
con llanto de mis ojos!

– Federico García Lorca, em “Poemas esparsos”. no livro ‘Obra poética completa’.


 Este es el prólogo

Dejaría en este libro
toda mi alma.
Este libro que ha visto
conmigo los paisajes
y vivido horas santas.

¡Qué pena de los libros
que nos llenan las manos
de rosas y de estrellas
y lentamente pasan!

¡Qué tristeza tan honda
es mirar los retablos
de dolores y penas
que un corazón levanta!

Ver pasar los espectros
de vidas que se borran,
ver al hombre desnudo
en Pegaso sin alas,

ver la vida y la muerte,
la síntesis del mundo,
que en espacios profundos
se miran y se abrazan.

Un libro de poesías
es el otoño muerto:
los versos son las hojas
negras en tierras blancas,

y la voz que los lee
es el soplo del viento
que les hunde en los pechos,
– entrañables distancias –.

El poeta es un árbol
con frutos de tristeza
y con hojas marchitas
de llorar lo que ama.

El poeta es el médium
de la Naturaleza
que explica su grandeza
por medio de palabras.

El poeta comprende
todo lo incomprensible,
y a cosas que se odian,
él, amigas las llama.

Sabe que los senderos
son todos imposibles,
y por eso de noche
va por ellos en calma.

En los libros de versos,
entre rosas de sangre,
van pasando las tristes
y eternas caravanas

que hicieron al poeta
cuando llora en las tardes,
rodeado y ceñido
por sus propios fantasmas.

Poesía es amargura,
miel celeste que mana
de un panal invisible
que fabrican las almas.

Poesía es lo imposible
hecho posible. Arpa
que tiene en vez de cuerdas
corazones y llamas.

Poesía es la vida
que cruzamos con ansia
esperando al que lleva
sin rumbo nuestra barca.

Libros dulces de versos
son los astros que pasan
por el silencio mudo
al reino de la Nada,
escribiendo en el cielo
sus estrofas de plata.

¡Oh, qué penas tan hondas
y nunca remediadas,
las voces dolorosas
que los poetas cantan!

Dejaría en el libro
este toda mi alma…


– Federico García Lorca, em “Poemas sueltos”. no livro ‘Obra poética completa’. 

 Cantos nuevos

Agosto de 1920
(Vega de Zujaira)

Dice la tarde: “¡Tengo sed de sombra!”
Dice la luna: “¡Yo, sed de luceros!”
La fuente cristalina pide labios
y suspira el viento.

Yo tengo sed de aromas y de risas,
sed de cantares nuevos
sin lunas y sin lirios,
y sin amores muertos.

Un cantar de mañana que estremezca

a los remansos quietos
del porvenir. Y llene de esperanza
sus ondas y sus cienos.

Un cantar luminoso y reposado
pleno de pensamiento,
virginal de tristezas y de angustias
y virginal de ensueños.

Cantar sin carne lírica que llene
de risas el silencio
(una bandada de palomas ciegas
lanzadas al misterio).

Cantar que vaya al alma de las cosas
y al alma de los vientos
y que descanse al fin en la alegría
del corazón eterno.


– Federico García Lorca, em “Livro de poemas” (1921). no livro ‘Obra poética completa’. 

sexta-feira, 29 de janeiro de 2021

 CASIDA DE LA MUJER TENDIDA

Verte desnuda es recordar la tierra.
La tierra lisa, limpia de caballos.
La tierra sin un junco, forma pura
cerrada al porvenir: confín de plata.

Verte desnuda es comprender el ansia
de la lluvia que busca débil talle,
o la fiebre del mar de inmenso rostro
sin encontrar la luz de su mejilla.

La sangre sonará por las alcobas
y vendrá con espada fulgurante,
pero tú no sabrás dónde se ocultan
el corazón de sapo o la violeta.

Tu vientre es una lucha de raíces,
tus labios son un alba sin contorno,
bajo las rosas tibias de la cama
los muertos gimen esperando turno.


Federico García Lorca

segunda-feira, 1 de janeiro de 2018

''agulhas de lume''

(...)

« Ninguém dorme no mundo. Ninguém, ninguém.
Não dorme ninguém.
Há um morto no cemitério mais longínquo
que se queixa há três anos
porque tem uma paisagem seca no joelho
e o menino que enterraram esta manhã chorava tanto
que foi preciso chamar os cães para calá-lo.»

Frederico García Lorca. Antologia da Poesia Espanhola Contemporânea. Selecção e Tradução de José Bento. Assírio&Alvim, Lisboa, 1985., p. 208

«Ninguém dorme no céu. Ninguém, ninguém.»


Frederico Garcia Lorca. Antologia da Poesia Espanhola Contemporânea. Selecção e Tradução de José Bento. Assírio&Alvim, Lisboa, 1985., p. 208

''olivais centenários''

sábado, 25 de novembro de 2017

«Está bem, mas não dê voltas ao meu coração, não me tire a gaze da ferida, pois sou eu quem tem de dar coragem aos outros neste luto sem morto que a menina está a ver.»


Frederico García Lorca. Dona Rosinha. A Solteira. Editorial Estampa, Lisboa,1973., p. 144

« TIA

Para tudo existe consolo.»



Frederico García Lorca. Dona Rosinha. A Solteira. Editorial Estampa, Lisboa,1973., p. 136

«O que sinto por dentro, guardo-o só para mim.»

Frederico García Lorca. Dona Rosinha. A Solteira. Editorial Estampa, Lisboa,1973., p. 135

esperança morta

«Está tudo acabado...e, no entanto, com todas as ilusões perdidas, deito-me e levanto-me com a mais terrível das sensações, que é a sensação de ter a esperança morta.»


Frederico García Lorca. Dona Rosinha. A Solteira. Editorial Estampa, Lisboa,1973., p. 134

''leque de solteira''

«Acostumei-me a viver muitos anos fora de mim, pensando em coisas que se encontravam muito longe e agora, que essas coisas já não existem, continuo a dar voltas e mais voltas por um sítio frio, à procura de uma saída que não hei-de encontrar nunca.»


Frederico García Lorca. Dona Rosinha. A Solteira. Editorial Estampa, Lisboa,1973., p. 133

«É esse o defeito das mulheres decentes destas terras! Não falar! Não falamos e precisamos de falar.»


Frederico García Lorca. Dona Rosinha. A Solteira. Editorial Estampa, Lisboa,1973., p. 132

«Eu sei que ele fez hipoteca para pagar os meus móveis e o meu enxoval e isso é que me faz sofrer.»


Frederico García Lorca. Dona Rosinha. A Solteira. Editorial Estampa, Lisboa,1973., p. 132
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